Hunde tu piel al fondo de mis ojos
para ahogarte los poros con caricias
del color que no puede ser borrado.
Porque esta noche lúbrica de antojos
besaré la estrella de tus delicias
hasta morir con el cuerpo incendiado.
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3 comentarios:
Dime, donde estabas en todo este tiempo?
Tienes una nueva lectora
noche lubrica de antojos
aqui ando leyendo sus versos que me fascinan =)
Como ícaro voy hacia tí,
sabiendo de antemano mi caída.
Saludos, pasaba por aquí. Buen blog, no entiendo cómo haces que todo se mueva.
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